Defensa de las áreas verdes: agricultura urbana

Pensemos en la posibilidad que tenemos, como habitantes de la Sierra de Santa Catarina, de convertir nuestro entorno en un espacio para la filtración de agua hacia los mantos acuíferos. Para lograrlo, es necesario detener las invasiones hacia las áreas naturales protegidas, a las que debemos cuidar con la preservación de su flora y su fauna, además de organizar jornadas de reforestación. Por otro lado, es necesario aprovechar el escurrimiento pluvial que se da en las zonas altas debido a las pendientes. Para ello, una estrategia viable es la de pozos de absorción, tecnología que, mediante un sistema de alcantarillas y filtros, nos permite desviar el agua de su curso habitual hacia el drenaje y conducirla a un pozo de absorción libre de contaminantes industriales y de basura.  Otra posibilidad, que sin duda tenemos que aplicar en nuestros hogares, es que si tenemos las condiciones, podemos dejar espacios libres, es decir espacios con pasto, o tierra, sin pisos de concreto, para que de e

De las distintas maneras de producir alimentos en casa, en un espacio reducido y con pocos recursos, la producción de nopales es probablemente la que resulte más viable. Este tipo de cultivo que, por las características de los hogares, se sugiere se lleve a cabo en macetas que se coloquen en las azoteas, tiene la ventaja de ser muy resistente al calor, además de que el consumo de agua es relativamente bajo.  Para llevarlo a cabo es necesario colocar los nopales con una orientación específica, que es aquella en la que el sol le dará de frente a la penca durante el mayor tiempo posible. Es necesario, además, que la penca no tenga más de tres nopales, y conforme se vaya aumentando el número, estos se puedan cortar para el autoconsumo. Los nopales son un alimento muy versátil, del que además se pueden extraer varios derivados, entre ellos: mermeladas, frituras deshidratadas, platos y cubiertos ecológicos y hasta biocombustibles. El cultivo en azotea también funciona con otras cactáceas y c

Desde la organización social es vital impulsar formas alternativas de producción agroecológica.  La agricultura urbana es una alternativa que, en las grandes ciudades, podemos empezar a construir de manera local. En nuestras casas podemos aprovechar distintos espacios, por ejemplo las azoteas, para convertirlas en espacios verdes. La forma de producir hortalizas a escala industrial afecta los suelos, ya que muchas veces este tipo de producción se basa en un solo tipo de cultivo al que se le agregan productos químicos para aumentar el rendimiento. Por eso, la producción local, a pequeña escala, puede resultar una estrategia viable en ciudades como la nuestra. Imaginemos que esa plancha de concreto se pueda convertir poco a poco en un espacio verde, imaginemos que podamos, además, recolectar el agua de lluvia y filtrarla nuevamente hacia los mantos para así contribuir a subsanar el problema de escasez de agua. Las iniciativas locales tienen el poder de irse replicando hasta convertirse e

Hace poco veía un documental en el que utilizaban el concepto de “ciudad salvaje” y en el que hablaban de Berlín, Alemania, como una ciudad que está adoptando ese concepto como una alternativa para rescatar a la flora y la fauna mediante la generación de nuevas áreas verdes. Pero estas áreas verdes de las que se hablaba en el documental no son las tradicionales áreas en las que podemos observar un césped bien cuidado y muchas flores perfectamente acomodadas. Si no que son todo lo contrario, es decir, son espacios donde se permite a la naturaleza el crecimiento sin ningún tipo de criterio ornamental, por lo que también podríamos llamarles áreas libres, libres para que la vegetación nativa retome su curso, para que los animales se refugien y puedan vivir en paz. El ejemplo de la ciudad de Berlín no me pareció un caso desconocido, ya que en Iztapalapa, en San Miguel Teotongo, hace más de veinte años que recuperamos un predio en la sección Capilla, y en ese lugar, donde un grupo de fraccio